
El delito fiscal es una de las infracciones más graves en materia tributaria en España. Si no estás al día con tus obligaciones fiscales, podrías estar incurriendo en este delito sin tenerlo del todo claro.
Pero, ¿cómo saber si estás en riesgo legal? En este artículo de Abogueo, te explicamos en qué consiste el delito fiscal, las sanciones que conlleva y las medidas que puedes tomar para evitar problemas con Hacienda.
¿Qué es el delito fiscal?
El delito fiscal ocurre cuando una persona física o jurídica defrauda a la Hacienda Pública Española, en una cantidad igual o superior a 120.000 euros en un año fiscal o en 50.000 euros a la Unión Europea . Si se supera esta cifra, la infracción deja de ser una simple falta administrativa y pasa a ser un delito penal, con consecuencias severas. Estos son algunos delitos clave del delito fiscal:
1. Defraudación a la Hacienda Pública
Se configura cuando un contribuyente engaña u oculta información con el fin de evitar el pago de impuestos.
2. Cuantía defraudada
Para que sea considerado delito fiscal, el importe defraudado debe ser igual o superior a 120.000 euros en un ejercicio fiscal.
3. Intencionalidad
Es necesario que exista dolo o intención deliberada de evadir el pago de impuestos, lo que excluye errores involuntarios o interpretaciones razonables de la normativa.
4. Delito fiscal agravado
Si el importe defraudado supera los 600.000 euros, se considera una infracción de mayor gravedad, con penas más severas.
5. Otras circunstancias agravantes
El uso de paraísos fiscales, la utilización de empresas interpuestas o la generación de una red fraudulenta para ocultar ingresos pueden incrementar las sanciones.
¿Cómo saber si estás en riesgo de un delito fiscal?
Para determinar si podrías estar en riesgo de cometer un delito fiscal, es importante que revises tu situación tributaria y estés atento a las siguientes señales de alerta:
1. Errores en tus declaraciones de impuestos
Omisiones o discrepancias significativas pueden llamar la atención de Hacienda.
2. Facturación falsa o irregular
Emitir facturas sin respaldo real puede considerarse fraude.
3. Uso de sociedades pantalla
Si utilizas empresas ficticias para evitar pagar impuestos, podrías estar incurriendo en un delito fiscal.
4. Ingresos no declarados
Cualquier ingreso que no sea reflejado en tu declaración de la renta puede ser considerado evasión fiscal.
5. Operaciones en paraísos fiscales
Tener cuentas o realizar operaciones en países considerados paraísos fiscales sin declararlo puede ponerte en riesgo.
Consecuencias del delito fiscal
Las penas por cometer un delito fiscal pueden ser muy graves e incluyen:
1. Multas económicas
La sanción puede oscilar entre el importe defraudado y hasta seis veces dicha cantidad, dependiendo de la gravedad del fraude y las circunstancias agravantes.
2. Pena de prisión
Se establece una condena de 1 a 5 años para los responsables del delito fiscal, pudiendo aumentar en casos agravados.
3. Delito fiscal agravado
Si la cantidad defraudada supera 600.000 euros, la pena de prisión puede elevarse hasta 6 años, junto con una multa más elevada.
4. Pérdida de beneficios fiscales
El condenado pierde el derecho a aplicar deducciones, bonificaciones y exenciones fiscales, lo que aumenta su carga impositiva en el futuro.
5. Inhabilitación para recibir ayudas públicas
Se prohíbe el acceso a subvenciones, incentivos y programas de financiación estatal o autonómica.
6. Prohibición de contratar con el sector público
No podrá participar en licitaciones, concursos ni celebrar contratos con administraciones públicas, lo que puede afectar gravemente a empresas y profesionales.
7. Responsabilidad civil
Además de las sanciones penales y administrativas, el condenado deberá devolver las cantidades defraudadas, junto con intereses y posibles recargos.
¿Cómo evitar el delito fiscal?
Para evitar incurrir en un delito fiscal y garantizar el cumplimiento de la normativa tributaria, es fundamental llevar una contabilidad transparente y ordenada. Para ello, deberas registrar todas las operaciones, conservar facturas y justificantes de gastos, así como utilizar software contable adecuado o una planilla de registro clara y ordenada. Esto te ayudará a mantener un control financiero claro y al mismo tiempo podrás reducir el riesgo de errores o discrepancias con Hacienda.
Por otro lado, cumplir con las obligaciones tributarias es otro pilar clave. Declarar correctamente todos los ingresos y pagar los impuestos correspondientes dentro de los plazos establecidos evita sanciones y problemas legales. En este sentido, es recomendable conocer bien el calendario fiscal y las fechas de presentación de impuestos para evitar retrasos o incumplimientos involuntarios.
El asesoramiento profesional también es una medida de prevención esencial. Un abogado o asesor fiscal especializado puede orientar sobre la mejor forma de gestionar la carga impositiva dentro del marco legal, detectar posibles riesgos y optimizar la planificación fiscal sin incurrir en irregularidades.
1. Evitar maniaobras fuera de la norma
Esta claro que es fundamental evitar cualquier tipo de maniobra fraudulenta. No participar en esquemas de facturación falsa, no ocultar ingresos ni recurrir a estrategias de evasión fiscal son prácticas adecuadas para mantenerse dentro de la legalidad. Cualquier intento de engañar a la Administración Tributaria puede derivar en sanciones graves y responsabilidades penales.
Por último, revisar periódicamente la situación tributaria y estar informado sobre los cambios en la legislación fiscal permite anticiparse a posibles problemas y adaptarse a nuevas normativas.
Asesoramiento legal de delito fiscal con Abogueo
El delito fiscal es un problema serio que puede acarrear graves consecuencias legales y económicas. Si crees que podrías estar en riesgo, lo mejor es actuar cuanto antes y buscar asesoramiento legal. En Abogueo, contamos con abogados expertos en derecho fiscal y penal, que pueden ayudarte a regularizar tu situación y evitar sanciones.
¿Tienes dudas sobre tu situación fiscal? Contacta con un abogado especializado hoy mismo.